miércoles, 24 de abril de 2019

Digo, Diego y mentiras a rectificar

                Y llegó la segunda parte buscando el disputado voto, amplificando la escenificación y la mentira, sumando titiriteros para la cara dura. De perdidos al río y el río venía lleno de boñigas en forma de libros, panfletos, gráficos trucados y pergaminos enrollados.
 
                Casado mostró otra cara defendiéndose bien de Rivera y no tanto de Sánchez, el Presidente ocupa siguió con su cantinela de "mentira, mentira", ya sabía que su rival es el naranjito que llegaba más excitado que nunca, buscando papeles, tesinas y fotos nuevas en esa chistera sin fondo que parece tener, aunque esta vez fue contrarrestado por el tocho insufrible de Sánchez-Dragó y Santiago, el de "...y cierra España", el del Máster espectral se fajó bien en la dialéctica, no tanto en la pragmática, mostrando gráficos falsificados y de escalas abusivas... mentira, mentira.

 
               Sánchez salió esta vez de las trincheras, aunque sin mucha exposición, dejó claro que no pactará con Rivera ese fue su "Digo", como buen sociolisto del puño y la rosa, blandió gráficas enfrentadas y escritos manipulando su contenido y su continente... mentira, mentira.

               Rivera quiso dar un paso más allá que el día anterior y se trastabilló, llegar sobrexcitado es lo que tiene, de narices; no perdió lo ganado pero no ganó más, de trasquilar a cuasi trasquilado y, seguro, seguro que no pactará con la izquierda socialista, este fue su "Diego", deslió su pergamino enrollado de corrupción psoística y se enrocó en interrupciones con engañosos datos, los incansables pactos con independentistas de su esencia y las propuestas que quiere hacer suyas habiéndolas votado en contra, su momento cumbre: "Acaba usted de mentir (a Sánchez). Ahora me toca a mí!"... mentira, mentira.

               Iglesias ganó el debate, sin duda, con mesura y energía, dando lecciones de educación y de formación, ni salpicó ni fue salpicado de los excrementos arrojados por los otros tres de chaqueta y corbata, pero una victoria infructuosa, su discurso solo convence a sus incondicionales y, a su favor, que el voto útil no existe en las circunscripciones pequeñas para que la extrema derecha no consiga escaño y que nadie le pudo decir... mentira, mentira.

               Poco cambió la cosa este segundo debate, posiciones invariables y en el horizonte los Digo y Diego para formar gobierno de un socialista hirsuto más posible con ciegos que con morados.

               Y los embustes? Estamos en campaña, se muestran los programas... mentira, mentira.

0 Tu opinión también cuenta: