martes, 23 de abril de 2019

Debate por los indecisos

                Debate a cuatro y gana el quinto… para dominio del PSOE, porque en el cuerpo a cuerpo el no presente sale victorioso sobre todo cuando su semillero de votos es vapuleado, ayer se trataba de no perder más que de ganar y Casado fue el único que perdió.

                El morlaco salió embistiendo al aire y recibió castigo por izquierda, por derecha, por el centro y por detrás y cuando quiso darse cuenta sólo le salió un “illo ompare, que yo soy tu colega” a un desatado Rivera que vio por donde atacar, ya era tarde, estaba muerto desangrando indecisos por la derecha hacia el ausente VOX que rapiña la sangre y hacia su izquierda donde los recibe gustoso el avispado Ciudadanos. El PP se quedó seco de indecisos.


               Rivera fue el más furibundo y consiguió su objetivo a medias, raspó por la derecha pero patinó por la izquierda ante un impertérrito Sánchez al que no dañaba en exceso su impacto visual y mucho menos conmovió a esos indecisos del centro y de la izquierda, sabe que donde gana es en su origen, la lucha contra los nacionalismo, pero solo arrastra por la derecha, más aún, con ese uso de la bandera española en una cartilla de la seguridad social que más parecía un carné de rancio españolito que no seduce al centro-izquierda, lo vio y se centro en la diestra. Si el objetivo, que así lo creo, era ganar indecisos, ciertamente ganó el debate.

               Sánchez no necesito mucho para no salir mal parado, es más, ganó sin ganar votos como explicaré a la conclusión. Para un experto en el cuerpo a cuerpo, sobre todo con sus propios, quedarse en la trinchera era lo más factible, cierto que en el fuego cruzado puede rozarte, pero la herida es superficial y no incide en mantener lo ya ganado, la derecha seguirá pensando lo mismo de él, ahí no están sus votos, sus votantes y adeptos seguirán pensando lo mismo de él, ahí no hay pérdida, pero no consiguió atraer indecisos por la izquierda; algo de victimismo que tanto nos gusta últimamente a los españoles y a guardar la ropa para mejor ocasión, el sota, caballo y rey del superviviente.

               ¿Y Pablo Iglesias? Pues a lo suyo, Podemos ha moderado su discurso y afianza a sus seguidores, ayer intento luchar, pero los demás lo ignoraban, poco desgaste infligió y algo consiguió en la izquierda indecisa, la Constitución por bandera, en los artículos que le interesaban, que igual se vuelve un búmeran por los que quiere reformar. Si no arroja más voluptuosidad en su discurso, sus números serán inamovibles e insuficientes.

               Así que, a mi entender, el panorama que queda después de este Debate Parte I es una pérdida de votos del PP hacia Vox y hacia Ciudadanos por los indecisos de derechas, más los de Naranja, que se traducirá en una merma de diputados para el PP, pero no se traducirá en un aumento en la misma proporción de diputados para los otros dos de la derecha; inamovibles los votos previstos para el PSOE pero sí aumentaría su previsión de diputados por el fraccionamiento de los tres Conservadores y por la nefasta Ley electoral española; y aún queda un pozo de indecisos en la izquierda que miran más a Podemos pero que tendrá que incidir más en el ataque de su discurso, con su número de diputados muy ligeramente al alza, ya que el PSOE no hace nada por convencerlos, más que el miedo a la ultraderecha.

               O mucho cambia la cosa en el Debate Parte II o las cartas están echadas para un gobierno del PSOE con Ciudadanos, que después de los arrastres de ayer de posibles diputados daría para la mayoría absoluta, y aunque Rivera siguió insistiendo en el cordón sanitario con los socialistas los poderes fácticos que realmente dominan el cotarro verían con muy buenos ojos y presionarían fuertemente.

               Nos tocará seguir esperando la devolución del rescate de la Banca y soportar que el único problema que tiene España es el Nacionalismo, ya lo decía Forges “País”.

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