martes, 22 de octubre de 2019

IRREFLEXIVAS REFLEXIONES DESDE EL OXÍMORON

                1.- El movimiento inerte.

                Parafraseando a Groucho Marx, “Paren España que yo me bajo”, harto de ver embestidas al trapo decolorado de los trapos de colores, divisas para aglutinar separaciones, Catalunya contra Cataluña, España contra Espanya, distrayéndonos de lo realmente importante educación, trabajo, sanidad, vivienda… ¡vida!

                Alienados por políticos que son el reggaeton de la política, somos la generación (generaciones) del mirón discreto, incapaces de movilizarnos ante honrados carteristas de puro en boca, yates de lujo y mansiones donde descansar su lomo plateado y expandir sus lecciones de cien años de honradez, íntegros usureros de bigote rasurado disertando de prevaricaciones desde su noble prevaricación de armas de invasión masiva y de pensiones de anticipos diferidos desde su pensión de precoz retiro, honorables mangantes de clan y cártel amparados en la amenaza de desenmascarar al recto bribón. Todos en su cobijo de oratoria muda y de dialéctica falacia dogmática. 


                Enajenados por la evolución decadente de esos políticos de cejuda perspicacia ante una crisis en crecimiento económico y bocachanclas de ajenas propiedades, de inteligencias justas para ser y estar, carajotes ilustrados. Los de ahora ni eso, ni son seres ni están estando, la especie se enriquece de desechos, prestidigitadores de sinceros engaños, distractores de realidad ficticia, doctos en incultura. 

                Súbditos, que no ciudadanos, capaces de ensalzar el discurso, escrito por narradores esclavos, de una regia adolescente que si hubiera sido escrito como trabajo de redacción de la asignatura de Lengua por algunos de nuestros adolescente de la misma edad hubiera supuesto un supino suspenso, fastidioso contento, justificación de más de cien mil euros anuales de presupuesto que si se destinasen a cinco de los más brillantes expedientes de nuestro país de su misma edad, veinte mil euros anuales, saldrían formados como los mejores profesionales en sus ramas, para beneficio de esta sociedad individualizada. 

                Abanderados callejeros de Una, Grande y Libre, exaltando el error de cálculo de un especialista de nuestro triunfal ejército de cuantiosas e inútiles partidas presupuestarias, de cuatrocientos años de derrotas, Perejil obviado, solo por portar el emblema nacional, cuando alguno de los que aplauden el día anterior fue despedido de su trabajo por un error de cálculo en situar una farola o en la carga de las mercancías, hábil incompetente. 

                Feminismo que lucha por la discriminación positiva, de tildar de machismo el machismo por no decir también machisma, de disfrazar de machismo la simple educación, pase ud. primero, donde el simple galanteo es acoso machista y de lucha contra la utilización sexista del cuerpo de la mujer con la utilización sexista del cuerpo de la mujer, igualdad antónima. 

                Animalistas desubicados en un mundo de carnívoros vegetativos donde el gallo es violador de gallinas y las vacas causantes del cambio climático, que ven al humano animal y al animal humano, omnívoros sociales sin contrato social. 

                La mentira de la única iglesia verdadera, recaudadora de limosnas para el pobre, alimentada por los presupuestos para televisiones, sueldos, mantenimientos de templos y universidades para ricos a través de los impuestos de todos, libre de los impuestos de todos, vanidad humilde. 

                Jubilados que lucharon por nuestro estado del bienestar y que siguen luchando por nuestro bienestar de jubilados, para que los políticos devuelvan lo robado, con recargos e intereses, para que la corona devuelva el enriquecimiento no justificado, con recargos e intereses, que el ejército tenga una financiación acorde con su formación y valía, que la iglesia autofinancie sus desmanes, devuelvan el patrimonio saqueado y paguen sus impuestos, con recargos e intereses, llenando así la saqueada hucha de pensiones, activos jubilados. 

               Somos la generación (generaciones) del movimiento inerte.

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