lunes, 26 de marzo de 2012

Andalucía, la que divierte

Hoy despierta la mañana en rojo, de un rojo desteñido por el tinte azul de la corruptela y la apropiación indebida, matiz morado de la hostia bien dada en el ojo de la indolencia rancia y casposa del trabajo sin esfuerzo, ¿saqueador conocido por saqueador cierto? amoratado sigo, aunque me duela y se clave por los adentros.



Rojo bisagra que abre y cierra puertas, rojo orín de la charnela a la puja por la cartera rebosante, no de utopías e ideales, sino de parcelas de poder para dejar abierta la herida y su sangría, candidato a la autodestrucción por opositar al saqueo.

Rosa de rojo con la blanca palidez de encontrarse a las puertas con la pesada carga de su indefinición, rosa del puedo y no quiero, ni de aquí ni de allá lo bueno y todo lo malo de allá y de acá, la ambición cortada de cuajo del rosal de las ambiciones.

Rojo de la mano abierta golpeando fuerte sobre el rostro verde de asfixia, mano roja de la circulación cortada por la venta fraudulenta del depósito de confianzas ya perdidas para siempre, del saqueo indiscriminado de voluntades y conciencias prestadas para aumentar la arrogancia del ego propio que se reproduce en un bucle infinito.

La tristeza roja de la tierra árida, lluvia ácida con la certeza de que su caída no será más que un golpe que levantará polvaredas de Arenas.