martes, 28 de junio de 2016

El voto prestado

                Se empieza a hablar de pucherazo en las elecciones por parte de los que no han cumplido sus expectativas de votos y, aunque a mí me espanta tanto como a ellos los resultados electorales, aún creo en el sistema democrático, que no en el sistema electoral.

                Mi experiencia en las anteriores elecciones de diciembre como presidente de mesa, me di cuenta de lo que este otro presidente de mesa en estas últimas elecciones dice http://www.publico.es/politica/carta-viral-presidente-mesa-demuestra.html pero se le escapa, no sé si intencionadamente un pequeño detalle, los interventores de los partidos presentes en todas las mesas electorales piden copia de las Actas que se llevan a la Junta electoral, por lo que tienen perfecta información del recuento y si no, es porque no hacen bien sus tareas, porque la información la tienen en tiempo real.


                Y en este no hacer bien sus tareas es dónde entra la realidad del asunto a mi parecer. Tanto Ciudadanos como Podemos son partidos que han tenido numerosos votos prestados y están conformando su electorado de ideales, los naranjitas del PP y los morados del PSOE, votos que fueron dados en diciembre para influir en la posible formación de gobierno de sus respectivos prestamistas. Una vez que no sirvieron para nada, vuelven al redil (los del PP, un electorado más fiel) o a la abstención (los del PSOE, más hastiados de reivindicaciones). Esto es lo que no han sabido ver y descontar en estas elecciones.

                Se han plantado en la autocomplacencia y en esperar que los casos de mangazos eternos que venían desde los populares fuera suficiente para la subida en escaños, sin enterarse todavía que España es un país de mangantes, dónde el que más y el que menos intenta trincar a la menor oportunidad que tenga, con la izquierda o con la derecha, da igual, incluso a dos manos.

                Para intentar ser un partido gobernante, los extremos hay que desterrarlo, por mucho que me duela decir esto, pero es así, no te puedes presentar a unas elecciones nacionales con la idea, mía también, de un referéndum secesionista ni hablar de presos políticos refiriéndote a etarras, esto no lo comparto por mucho que su lucha fuera política. Ni arrogarte el papel de bisagra y necesario cuando aún no eres nadie, poniendo vetos inalcanzables.

                Y ahí es donde ha estado el error, no han sido capaces de explicar cuáles son sus planteamientos económicos, laborales, sociales y educativos dejándolo todo a una irreal afiliación, socialdemócrata en unos y liberales moderados en otros. Ni los podemitas defenderse de las vanas alusiones a la financiación venezolana de tito Maduro o a su implantación de ideario norcoreano.

                A todo esto le unimos el miedo a lo desconocido propio de quién se encuentra en el filo (por lo menos que me quede como estoy) tan del españolito tipo que mira a su interior antes de al entorno que tiene y da como resultado el sorprendente de esta elecciones.

                Más recapacitar hacia dentro y menos pucherazos, las cuestiones internas son más importantes que esas especulaciones de las que además tienen los medios para demostrarlo si fuera verdad, pero parece que lo único que se trata es de rabieta y sembrar cizaña entre votantes, válidos o nulos, abstencionistas convencidos y playeros ocasionales, hastiados todos.

                No será el apocalipsis, o sí, porque España ha sido eliminada de la Eurocopa, no ha jugado Casillas, y estaremos debatiendo si va a seguir siendo seleccionador Del Bosque u otro, sin importarnos realmente quién va a ser el nuevo Presidente y su equipo y plan de gobierno, más allá de calditos, garbanzos y “pringá”.

                Y encima se nos va el único que puede arreglar esto a carcajadas de guantazos, good bye Bud Spencer.

lunes, 29 de febrero de 2016

Mi plaza, su gente. Por Beatriz Galiano Alcalá

            EXPOSICIÓN DE FOTOGRAFÍA que bajo el título ‘Mi plaza, su gente’ muestra el trabajo fotográfico de Beatriz Galiano Alcalá.


            Sevillana de nacimiento y nazarena de adopción con morada quinteña, Beatriz Galiano Alcalá se inicia en el cosmos de la imagen a través del movimiento recogiendo sus momentos en producciones de vídeos y, por su continua formación académica, va descubriendo como plasmar ese movimiento en una imagen fija con su cámara fotográfica.

            En su objetivo converge el paralelismo, retrata espacios dónde encontrar lo diminuto, detalles donde expandir el universo y rostros donde indagar el alma. Y esto último es lo que nos muestra en esta exposición. Los olores y colores de un mercado de abastos a través del examen de sus protagonistas, mujeres y hombres que nos ofrecen su producto más íntimo tamizados por el crisol de lentes y la perspectiva de un sentimiento.

Una obra basada en miradas agazapadas al acecho del instante, dilatando el flujo de la quietud, el movimiento inerte y la actividad de lo inmóvil, las sombras alineadas sobre los colores de la vida y el paso de la vida reflejado en surcos y brillantez de pupilas.
            Láminas de existencias.

            Manuel Corrales Quintana
            ¿DÓNDE?
 
            Centro Cultural Biblioteca de Montequinto, Dos Hermanas. C/ Venecia 22

            ¿CUÁNDO?

            3 de Marzo - 31 de Marzo de 2016. Lunes a viernes, de 9:30 a 24:00 horas / Sábados y domingos, de 9:00 a 21:00 horas

            ¿CUÁNTO?
 
            Entrada libre y gratuita

            Organiza | Colabora

            Biblioteca de Montequinto (Dos hermanas) / Beatriz Galiano Alcalá

            + INFO

lunes, 4 de enero de 2016

Artabán y la ausente presencia

Los tres marchan cabizbajos volviendo la mirada hacia las huellas de sus camellos, sus alforjas de presentes cuelgan inertes, sus huellas se cruzan con las sombras proyectadas de sus figuras sobre la fría arena por la luz del impaciente cometa, el tiempo de la espera ha concluido, la marcha hacia Occidente ha de emprenderse, pero falta uno de los convocados a la noche de magia. Así año tras año, hasta que la historia se olvidó de él. 


Y sin embargo esa ausencia es la mejor ofrenda que podemos recibir la noche de ilusión, señal de que nuestro corazón latió al ritmo de humanidad; lo material llega, ahí está con sus envoltorios de colores o el flamante brillo de lo nuevo, pero no nos acordamos del que no tiene, del que no puede, de aquellos para los que los Magos de Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar, no son más que una lejana leyenda porque sus cartas no tienen remite con dirección de entrega.
 
Sí, porque Artabán, el abstraído, no se perdió en su caminar hacia el encuentro, sus alforjas también iban llenas de dádivas, pero no para el que ya posee sino para el que se queda a la orilla de los tres grandes que pasaron a la historia, sus tres amigos que se encargaron de llenar el pesebre donde paró la estrella, sin pararse en ninguno de los que iba alumbrando en su caminar, quizás cegados por su brillo. Él no estaba ciego, simplemente padecía estrabismo emocional que le hacía dirigir sus pasos, no hacia el frente, donde miraban sus ojos, sino a sus costados, donde miraba su alma, desviándolo de su destino.
 
Y si miráis bien veréis su figura en los garabatos pintados por la abstracción bucólica en la piel desnuda de una pierna, en la maraña de unos pelos concienzudamente despeinados, en unos ojos vidriosos mirando al vacío o en el sueño profundo en un banco al calor del sol, su figura aparece cuando nos encontremos profundamente inmersos en nuestras ensoñaciones más íntimas. No, no fue dejando diamante, jade o rubí en su deambular, ni mucho menos se bebió su vino y se embadurnó de aceite; sus obsequios los lleva a quién pensamos, a aquellos que recordamos ya sean anónimos o conocidos, así todos los días hasta el momento de nuestro tránsito a otro estado de conciencia en el que ya nos acompañará por siempre.
 
Todos los días presente menos uno, el día de Reyes, donde su valiosa presencia es así su ausencia.